La Primera Guerra Mundial fue peor
que cualquier otra guerra de la historia. En ella murieron más personas y se
hizo más daño que nunca antes en un conflicto internacional. Las bajas de toda
la guerra totalizaron mas de 20 millones.
La
muerte llegó en formas brutales. Los hombres segados por ametralladoras,
destrozados por granadas explosivas, muertos en barcos mercantes y de guerra
torpedeados en el Atlántico, aplastados bajo orugas de la temible nueva arma
que eran los tanques. La guerra también cobró su parte en la vidas civiles. Los
ataques aéreos causaron poco daño, pero como cada bando trató de bloquear los
suministros del otro, millones de hombres, debilitados durante años por la mala
alimentación, fueron víctimas de enfermedades.Inicialmente, la guerra fue un atrevido desafío para los jóvenes valientes. Pero hacia 1918, la guerra ya encerraba poco encanto para ambos bandos. Era una lucha cruel y enconada. Sin embargo, al terminar produjo una sensación de regocijo en quienes, por ventura, no podían predecir el futuro. Al menos sus sufrimientos beneficiarían a la humanidad, pues pensaban que ésta había sido la guerra que terminaría todas las guerras . . .
A continuación les hablare sobre la Primera Guerra Mundial, los paises que participaron en ella, sus causas, consecuencias, personajes de la guerra, etc.
Los paises que participaron en la Primera Guerra Mundial fueron:
- Alemania
- Austria
- Gran Bretaña
- Francia
- Bélgica
- Rusia
- Yugoeslavia
- Japon
- Polonia
Personajes de la Primera Guerra
Mundial
Algunos personajes destacados de la Primera Guerra Mundial fueron:
Allenby, Edmund Henry Hynman, primer conde (1861-1936). Sirvió en el Frente Occidental en 1914-17, destacando como un brillante oficial de caballería. En 1917 pasó a desempeñarse como comandante del ejército británico en el Medio Oriente y en octubre - diciembre avanzó desde la línea Gaza-Beersheba hasta Jerusalén. Conquistó Palestina y ocupó Damasco en octubre de 1918, después de lo cual los turcos solicitaron la paz.
Foch, Fernand, (1851-1929). Mariscal francés. Demostró ser un hábil estratega en las batallas del Frente Occidental y en 1918 pasó a desempeñarse como comandante en jefe de los ejércitos aliados en el Frente Occidental. Bajo su dirección, la gran ofensiva final de los alemanes fue controlada y derrotada en el Marne, en 1918, a lo que siguieron las ofensivas aliadas que condujeron a la victoria.
Haig, Douglas, (1861-1929). Mariscal de campo, comandante en jefe de las fuerzas británicas en el Frente Occidental desde 1915. Para algunos parecía ser insensible a las bajas; para otros era un dedicado soldado profesional que se empeñaba tenazmente en la tarea de vencer a Alemania en una guerra de aniquilamiento.
Clemenceau, Georges, (1841-1029). Primer ministro de Francia, 1906-09 y 1917-20. Fue un gran orador y un político agresivo, apodado "El Tigre". Presidió la Conferencia de Paz en 1919.
Lloyd George, David, primer conde de Dwyfor (1863-1945). Primer ministro británico (1916-22). Obtuvo renombre como dinámico político liberal y después de desempeñarse como ministro de Municiones y Secretario de Estado para a Guerra, reemplazó a Asquith como primer ministro. Conocido como "el hombre que ganó la guerra" desempeñó un papel importante en el acuerdo de paz, pero perdió el apoyo de sus conciudadanos y no volvió a ocupar ningún cargo después de 1922.
Causas y consecuencias de la
Primera Guerra Mundial
Causas
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Consecuencias
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Los vencedores se repartieron las
posesiones de los vencidos.
A nivel internacional desaparecieron los
Imperios de Autria-Hungría y Turco.
Desaparecieron las viejas y poderosas
dinastías europeas.
Estados Unidos se afianzó como gran potencia
mundial. Gran Bretaña conservó la supremacía marítima y Francia aumentó su
poder luego de ver aniquilada a su tradicional enemiga.
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La guerra de 1914-18 ocasionó innumerables destrucciones y la muerte de
unos 9 millones de personas. El proletariado de todos los países beligerantes
fue la clase social que más rudamente tuvo que sufrir las consecuencias, y en
algunos países intentó apoderarse del Estado. Pero sólo el partido comunista
ruso, dirigido por Lenin. consiguió sus propósitos. En otros países las clases
dirigentes pudieron aplastar los movimientos de revuelta de las masas
populares. Paralelamente la guerra aceleró los movimientos de liberación
nacional.
La desolacion en el frente luego de la guerra.
Los años de Estabilización
A comienzos de 1915, los rusos, amenazados por los turcos en el Cáucaso,
pidieron a los británicos una acción rápida contra Turquía. En el Reino Unido,
y poco después en Francia, se aprobó el plan de ataque de Winston Churchill. En
febrero, una expedición naval tomó las fortalezas situadas en la entrada de los
Dardanelos. Sin embargo, los turcos resistieron en el interior, con lo que
también aquí se estabilizó el frente.
Desde fines de 1914, demostrada la inviabilidad del plan de Schlieffen,
Falkenhayn vio la conveniencia de desarrollar las operaciones en el frente oriental.
Los alemanes se mantuvieron en general a la defensiva en el frente occidental y
concentraron sus esfuerzos contra los rusos, a quienes derrotaron rompiendo su
frente y obligándolos a retirarse en una línea que iba desde el mar Báltico
hasta Chernovtsi, en la frontera rumana.
En 1915, Italia declaró la guerra a Austria. El avance italiano hacia el
este pronto fue detenido, lo que supuso el inicio de una guerra de trincheras
en torno al río Isonzo. En septiembre, los imperios centrales firmaron un tratado
con Bulgaria y ocuparon Servia. Los aliados enviaron ayuda a través de
Tesalónica, pero no consiguieron llegar hasta los servicios.
Durante el invierno de 1915-1916, Falkenhayn dirigió su acción contra
Francia en una ofensiva de desgaste que se inició el 21 de febrero de 1916 en
Verdún, cuya defensa fue confiada al general francés Philippe Pétain. Pero la
ofensiva de los aliados en el Somme distrajo la atención de los alemanes, que
perdieron así su gran oportunidad. En el verano de 1916 tuvo también lugar la
confrontación entre la flota alemana y al británica en la batalla naval de
Jutlandia, en el mar del Norte, que ambos contendientes consideraron como una
victoria.
En el frente oriental, en 1916 los rusos iniciaron una importante operación
de ataque, dirigida por A.A. Brúsilov, que tuvo como resultado indirecto la
entrada de Rumania en la guerra a favor de los aliados.
De enero a mayo de 1917, la estrategia aliada en el frente occidental
consistía en que el ejército británico hiciese ataques preparatorios,
reservándose a los franceses una ofensiva mayor en la región de Champagne. La
batalla de Arrás, con la que se inició la ofensiva británica el 9 de abril de
1917, fracasó totalmente, y los aliados adoptaron una estrategia defensiva
elaborada por Pétain.
El hundimiento de tres barcos mercantes estadounidenses por los submarinos
alemanes provocó la declaración de guerra de los Estados Unidos a Alemania el 6
de abril de 1917.
En el frente oriental, la revolución rusa supuso un respiro para los
imperios centrales. El armisticio firmado en Brest-Litovsk el 15 de diciembre
de 1917 benefició a Alemania, que quería la paz en el este para transferir
tropas al frente occidental, así como al partido bolchevique ruso, que la
deseaba para consolidar su régimen.
En el frente occidental, los británicos iniciaron de junio a diciembre de
1917 una ofensiva en Flandes que se cerró con una operación de gran significado
para el futuro: la batalla de Cambrai, donde se utilizaron por primera vez
carros de combate.
Entre mayo de 1917 y septiembre de 1918 se iniciaron movimientos de paz por
parte del emperador austríaco Carlos I y del papa Benedicto XV. A lo largo de
1918, el presidente Woodrow Wilson formuló sus famosos "catorce
puntos", donde definía las bases de la paz, indicando soluciones para los
problemas originados por la guerra.
Las últimas ofensivas y la victoria aliada
En el frente occidental, de marzo a septiembre de 1918, el mayor problema
de los aliados era cómo hacer frente a una inminente ofensiva alemana antes de
la llegada de refuerzos de los Estados Unidos. Ludendorff decidió atacar,
aprovechando la ventaja derivada de la transferencia de tropas del frente
oriental. Lanzó una serie de ofensivas que culminaron en la segunda batalla del
Marne, pero los aliados recuperaron la iniciativa con la llegada de fuerzas
estadounidenses al mando del general John J. Pershing. Ludendorff se convenció
de la necesidad urgente de la paz negociada. En todos los demás frentes, los
aliados iniciaron ofensivas que contribuyeron a minar la fuerzas alemanas y
austro-húngaras. En Italia, las fuerzas austríacas se amotinaron a fines de
octubre de 1918, y el alto mando ordenó la retirada general.
El imperio austro-húngaro comenzó a desmoronarse. Sus diversas
nacionalidades (eslavos del sur, checos y polacos) proclamaron la
independencia, con lo que los territorios de Austria y Hungría quedaron muy
mermados.
La ofensiva final en el frente occidental consistió por parte de los
aliados en ataques convergentes contra las posiciones alemanas al oeste de la
línea que iba de Ypres a Verdún. El 3 de octubre de 1918, el canciller alemán,
el príncipe Maximiliano de Badén, envió una nota a Wilson en la que pedía el
armisticio y el establecimiento de negociaciones de paz. El 27 de octubre,
Alemania consintió en aceptar las condiciones de Wilson para el armisticio, el
cual debía formularse unilateralmente por los Estados Unidos y los aliados. Las
negociaciones se entablarían con un gobierno representativo del pueblo alemán y
los términos deberían hacer a Alemania incapaz de reanudar las hostilidades.
El 9 de noviembre, Guillermo II decidió abdicar al tiempo que se extendía
por Alemania una revolución proletaria que sería finalmente sofocada por grupos
contrarrevolucionarios y militares. En Europa comenzaron los preparativos para
la conferencia de paz de Versalles.
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